La verdad y la libertad son patrones
antropológicos de la humanidad.
El concepto filosófico de libertad,
es: “Capacidad de obrar
sin impedimentos, de autodeterminarse, lo que supone la posibilidad de elegir
tanto los fines como los medios que se consideren adecuados para alcanzar
dichos fines”.
Entonces independencia, autonomía,
liberación, emancipación, rebeldía, voluntad, entre otros son derechos humanos
fundamentales, pero, lo contrario es esclavitud, sometimiento, dependencia,
sumisión, opresión, coacción, tiranía, limitación, prohibición, torpeza.
La verdad
como un valor ético, pues da sentido al respeto ante los demás
hombres, constituye uno de los pilares básicos sobre los que se asienta la conciencia
moral de
la comunidad y abarca todos los ámbitos de la vida humana.
Hay numerosas concepciones y aplicables en diferentes facetas LA VERDAD,
sin embargo, es la llave maestra que dependiendo del grado de sagacidad o facilidad con que lo identifique, permite alcanzar sueños, ambiciones, deseos, ideales.
Esta llave exige conocimiento, autoeducación, reporta opciones, oportunidades y
enseña a:
* usar el poder de la mente.
* cultivar y desarrollar una comprensión que le permitirá controlar el
cuerpo y la salud.
* mejorar y fortalecer la memoria.
* desarrollar la percepción y la sagacidad.
* destruir la desconfianza, la depresión, el miedo, la melancolía y todas
las formas de limitación.
La VERDAD se fundamenta en principios correctos, discernimiento, vigor y
elasticidad mental. Ha cambiado las vidas de miles de hombres y mujeres, ya que
ha sustituido métodos inciertos y confusos por unos principios definidos,
accesibles y prácticos. Lo contrario es mentira, falsedad, engaño, hipocresía, falacia,
equivocación, error, inexactitud, irrealidad, contrariar, ocultar.